viernes, 21 de octubre de 2016

Mantente a flote.

Soy muy de tener siempre la marea alta, los pies mojados, las piernas con espuma de las olas al rebotar, soy muy de sentir el agua en mi cuerpo, de sentir la sal en mi piel… soy de las que buscan la orilla del agua aún estando la marea baja, pero hace un año, estaba escondida y no la encontraba.

Hace un año estaba ingresada por mi primera bajada de defensas de la Quinta Aventura, aún tenía pelo pero estaba empezando a debilitarse y el arcoiris se esfumaba. Las horas pasaban lentas en el Hospital e incrédula de mí, esperaba los siete habituales días de recuperación. 
Pasaron los días y se acercaba el fin del arcoiris definitivo, las plaquetas seguían en límites muy bajos, transfusiones de sangre escasas, efectos secundarios multiplicados… dolores de barriga, insomnio, falta de apetito, problemas con el azúcar, que si la hipófesis, que si batidos con extra de nutrientes, que hay que hacer un Tac para ver ese estómago, bueno, cosas, cosas que iban sumando poco a poco. 
Un poco a poco que sumó mucho, mucho más de lo que jamás me habría podido imaginar pero bueno, como es obvio, la realidad siempre supera la ficción. 

Recuerdo que no tenía ganas de Sonreír, que a veces hablaba mal, que me ponía insoportable, recuerdo que no tenía ganas de coger el móvil, no me apetecía ver las redes sociales, no me gustaba estar encerrada entre cuatro paredes, aislada o sin aislar, no quería depender de nadie hasta para tener que ir al baño, me acuerdo, me acuerdo de que no me apetecía ni que me apeteciese.

Me vi en el espejo, unos quilos menos, ojeras, sin pelo, con un camisón de hospital, enchufada a una máquina que no paraba de emitir sonidos, ojos hinchados de dejar caer lágrimas… no me vi guapa, no me encontraba. Durante esa época, me hice preguntas, preguntas del todo innecesarias.

Durante esos días que no cogí el teléfono, mis Padres ofrecían la información a quienes preguntaban por mí. Muy de vez en cuando, cogía el móvil y mandaba un audio porque escribir me agotaba, y les contaba. 
He escuchado esos audios de hace casi un año, no sé. 
Nada más escucharlos las lágrimas han salido disparadas, sin control, y es que no, no puedo evitarlo, prácticamente no me reconozco, era una voz apagada, faltaban ganas y resulta que puede que quizás durante unos días, las tuviera escondidas, mucho, muchísimo. No sabía donde buscarlas, yo sabía que esas ganas y esa fuerza estaban conmigo, lo sabía, pero… ¿dónde las buscaba? Me llevó días, incluso semanas, me llevó trabajo y esfuerzo, no sólo mío, también de las personas que me rodeaban.

Cuando alguien me pregunta cual ha sido la época que peor he llevado a lo largo de mi Enfermedad, sin duda, esos días.

Soy de las que siempre dice que siempre se puede estar peor, y realmente lo creo. Precisamente por eso no acostumbro a decir que esté mal, me parece egoísta decir eso cuando mucha gente lo puede estar pasando peor que yo, pero esos días, quizás fui egoísta.
Lo que más me asombra de todo esto, es escucharlo de mi propia boca, leerlo como respuesta a algunas preguntas, eso es realmente lo que me hace ser consciente de como lo he pasado, de como he estado… porque ahora, al fin y al cabo, supongo que lo he apartado y sólo soy realmente consciente cuando lo siento repentinamente, de frente.

Gracias a Dios, un año después tengo la Fortuna de poder recordarlo con una inmensa Sonrisa en la cara, porque lo puedo contar, lo puedo contar mientras Sonrío, mientras disfruto de la Rutina y mientras Vivo la Vida. Soy Doña Fortuna por haber tenido esos días de aprendizaje, por tener ese recuerdo, soy Afortunada por saber seguir Sonriendo. 

Pensé que se había ido, que la marea había hecho un cambio repentino y que jamás volvería, pasé muchos días avistando sólo tierra, pero pasaron las horas, y después de ponerle ganas aún sin saber donde estaban, volvió, subió la marea, y me bañé, entera, de pies a cabeza y sí, me di cuenta, me di cuenta de que no se había ido, sólo estaba algo escondida, detrás de los desconocidos, pero ahí, manteniéndose a flote, avistando Mar, Tierra y todo lo que yo quisiera.

Si Dios quiere, por una Vida Sonriendo. 


GRACIAS VIDA.

Gracias como siempre, a mis Padres. Porque sé que lo pasasteis mal, porque fue una época compleja, porque fueron momentos menos buenos, porque gracias a Dios, lo contamos Sonriendo. Os quiero.
Gracias a esas personas que me estaban haciendo hasta señales de humo e incluso me han dado alguna que otra colleja para indicarme el camino, era necesario y os lo agradezco infinito.



Que la Sonrisa sea tu Fuerza y las Ganas tu insistencia.



Gracias a todos vosotros que estáis delante de las pantallas, gracias por formar parte de Quedamuchavida, de mi Vida, de mis Sentimientos. Gracias una vez más por dejarme teneros cerca, o lejos, por teneros. Sois mis genialérrimos.







Me podéis encontrar también por las Redes Sociales del Blog, si queréis estar enterados de como es mi nueva Aventura, podéis seguirme en Facebook y en Twitter, "una Vida Sencillamente Diferente".














Condenemos nuestra Sonrisa a Cadena Perpetua :)

3 comentarios:

  1. Los malos momentos es mejor olvidarlos...disfruta del presente y sigue queriédote tanto o más de lo que yo te pueda querer a tí, aunque no olvides que tienes el listón muy, muy alto, porque yo...

    TQ + muchisíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo

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  2. Está bien echar la vista atrás y ver nuestros peores momentos, pero está mejor mirar siempre hacia delante, como haces siempre!!!

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  3. Recordar no es malo, al contrario es una forma de aprender...por eso una vez más me siento muy orgullosa de ti de como luchaste para salir de ese pozo porque sin tú voluntad los demás no podríamos hacer nada.
    Una vez más me enseñas y demuestras lo fuerte que eres y es que ese proceso por el que pasaste no es más que la gota que colmó el vaso en un momento concreto, pero bebiste un gran trago y el vaso volvió a su estado normal al igual que tu ánimo, porque eres fuerza pura, alegría y lucha. Te adoro!!

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