Tras la esquina una sonrisa.

Una calle estrecha que lleva a un lugar. De noche, la calle mojada por la lluvia del otoño y sola, transmitiendo soledad. Me gusta la sensación de que la calle es tuya. Me encantaría ponerme a correr por esta calle estrecha, mojada y sola mientras grito que tengo Cáncer. 

Una persona al principio de esta calle. Anda despacio, con la mirada perdida y buscando una salida. No hay  calles que te ayuden a escapar del callejón, tienes que llegar al final, pues las ventanas están cerradas y tampoco valen nada. No ha dado ni un paso, comienza a llover de nuevo y las gotas caen por su cara disimulando las lagrimas. Solo mira para el suelo y no se da cuenta de que por detrás de las ventanas cerradas hay gente que le grita, no los mira. Al final del callejón nada más pasar la esquina tiene una sonrisa, al principio de la calle había un palo para ayudarse a andar pero decidió no ayudarse con él. En el camino solo tenía que echar una ligera sonrisa al aire para que al evaporarse hiciera caer una bolsa que contiene autoestima.

Dicen que cuando entras en un sitio cerrado, oscuro y tienes miedo, corres como nunca, pues nuestro cuerpo responde así.. Sin embargo, hay gente que no siempre corre, si no que se agacha y espera a que en algún momento puedan despertarse de ese sueño extraño.

Cuando te dicen que estás enfermo de Cáncer, de repente tu mente la mayoría de las veces se va de tu cabeza y se sitúa al principio de este callejón. Yo no lo hice así exactamente, la edad solo me permitió ver una calle mojada, pero no sin luz. Estaba al principio de la calle, vi la calle y decidí coger el palo. Miré al enfrente, y sonreía para poder coger las bolsas de autoestima y felicidad. Miré para las ventanas y vi a toda mi gente gritando desde las ventanas, esta vez las ventanas abiertas de par en par, con pancartas de ánimo y fuerza. El camino no es muy largo, pero en el camino me entretuve a montar una tienda, se llama QuedamuchaVida. Ahora si Dios quiere estoy a punto de terminar el camino de la calle mojada. Ya veo la más grande de las sonrisas y si Dios quiere a partir de ahora comienza un camino de hierba verde, muy verde en el que la mayoría de las cosas son verdes y solo hay sonrisas. Gracias a Dios he recorrido la calle mojada sin mayor problema que algún pequeño resbalón. 

Gracias a toda esa gente que lo ha hecho posible. A mis padres, GRACIAS y eternamente GRACIAS, OS QUIERO. A mi familia y a mis amigos gracias también, ;).

Hoy ha tocado una entrada un tanto curiosa no? Ya veis, cosas que me apetece ponerlas de vez en cuando. Hoy al ver la foto me acordé de estas cosas como la que acabo de escribir y me apeteció compartirlo con vosotros, espero que os guste jeje, muaac ;).

Gracias a todos y todas por hacer que Qmv nunca deje de tener seguidores e incluso que cada día aumenten. Facebook, Twitter y el propio Blog poco a poco aumentan de número de seguidores y la verdad es que me encanta. Espero que os gusten las entradas y a alguna gente en algún lugar del mundo, le ayude leerme. Un beso a tod@s, gracias de nuevo, muaac ;).

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No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad :)