jueves, 20 de junio de 2013

Leche.

No os imagináis de la mala leche que me pone estar de mala leche. No sé si es la leche de la regla (que aún hace acto de presencia) o si es que un día malo lo tiene cualquiera. Ahora mismo sustituiría todas las palabras "leche" que aparecen aquí por una un poco mas fuerte y que voy a intentar no escribir.
No me gusta estar cabreada, me indigno sola, me enfado más porque no entiendo porque me enfado y lo único que hago es pagarlo con quienes menos deben cobrarlo, mis padres.
Y es que encima de no aguantarme ni yo misma porque tengo la leche de la regla, estoy cansada (leche) o tengo un día un poco leche, no puedo cambiarlo hasta que mi cabeza/cuerpo decida.

Lo sé, todo el mundo estará pensando eso de: "Bueno Mirian, tienes todo el derecho del mundo" o "En tu situación es normal, tranquila, cabreate lo que necesites, llora si quieres..."
Qué si que lo sé, que todo el mundo lo dice por mi bien, lo agradezco de veras, pero entendedme, cuando se está cabreado no se entiende a razones, al menos yo, una tauro con genio.
Normalmente se me suele pasar en breve, de hecho comencé a escribir esto en el momento máximo de enfado y miradme, ya estoy mejor, pero aún así... estoy de mala leche.

¿Por qué me pongo así? Volviendo a mi vena filosófica, supongo que este momento es ese que tengo que tener para liberarme, soltar mi mala leche, la presión que inconscientemente acumulo, los nervios que el subconsciente me acciona y echar to lo malo pa´allá...  Y si, se me está pasando la mala leche, porque se me acaba de acordar esta canción.


Pues eso, el cabreo va en descenso y toca ponerse a hacer cosas que quedan pendientes. 
(Cómo aún no es hora de actualizar, voy a ver si continúo luego escribiéndoos como evoluciona exactamente este cambio de humor que creo viene provocado por mi amiga la Cartabón).

Pues unas horas más tarde, de nuevo sigo escribiendo y aunque había mejorado mi estado de ánimo, al comenzar a hacer un trabajo, volví a las andadas. Ahora ya sí, tranquila del todo y aunque no del todo satisfecha con el resultado final de mi trabajo, me siento mejor y no tenga esa presión de estar cabreada conmigo misma y sin saber porqué.

Probablemente estéis flipando un poco con esta entrada, ¿verdad? Jajajaja, pues estas son esas cosas que no me ocurren muy a menudo y que las pocas veces que me pasan, me tienen que aguantar mis padres. Perdonarme, sabéis que no me soporto ni yo cuando estoy así, os quiero mucho y gracias por ayudarme a volver a estar como a mi me gusta estar, así :D.


Con esto os dejo hasta la próxima entrada, intentar entenderme y os sigo leyendo. Gracias por las muestras de cariño que me dedicáis en cada nueva publicación, sois geniales. Un beso a todos y todas, gracias de nuevo jeje, muaac ;).


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No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad :)

6 comentarios:

  1. No intentamos entenderte, simplemente te entendemos!, porque ese estado lo pasamos tod@s y por lo menos a mi no se me pasa tan pronto, jejejejeje. No tengo más que decirte porque ya sabes todo. Te quiero

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  2. No te preocupes hija... eso, son estados que se heredan, y a tí te ha tocado heredarlo de tú madre, además ya ves que ella misma te lo explica y doy fe de que no le pasa tan pronto... pero se le pasa.
    Y como yo nunca me pongo de mala "leche", te lo digo por experiencia, y cada vez lo pienso más y me convenzo más de que es cosa de tú mami(je,je)


    TQ + muchíiiiiiiiisimo

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  3. También está bien de vez en cuando cabrearse, luego se reflexiona se ven las cosas de otra manera, aunque no que lo paguen los padres :), pero bueno ... es normal, tanto las alegrías como las penas las "aguantan" los más próximos.

    Un besito

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  4. No te creas: días atravesados los tenemos todos, por cartabones, escuadras, transportadores de ángulos, compases, o gomas de borrar... o simplemente porque sí! Y es chungo, pero también es cierto que cuanto antes lo echas fuera, antes se te pasa! Así que tus seguidores lo entedemos perfectamente... y además entendemos otra cosa:

    Mirian: ¡¡¡¡¡Eres la LECHE!!!!!!

    Bicos para los tres

    Merce (y el pelma)

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  5. No sabes cómo te entiendo. Odio estar enfadada pero a la vez no lo puedo remediar y me enfado más todavía conmigo misma. Son cosas normales, somos humanos. Un besito.

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  6. Pues verás...A mis años ya el cartabón esta bien desaparecido, pero.......tengo una mala leche que crece día a día. No me callo ni una, doy patadas a las sillas y luego me enfado doble porque me hago daño y nadie me hace caso. No eres tú y tu madre, No! somos las mujeres, las mejores...! Mirian, ves? ya me voy feliz de este tu blog a ver si me peleo un poco con mi socio.
    Biquiños, miña amiga bonita!

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